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JOSE DONAT ZOPO
(Del Grupo Espeleológico Vilonovo y Piero
de l o Diputación Provincial de Valencia)
Los canales triásicos valencianos
INTRODUCCION
Se ha hablado y se ha escrito bastante acerca de los «canales» triásicos
valencianos, pero según nuestro cri terio no se ha llegado nunca a establecer con exactitud su origen, ni el sentido de su existencia, ni siquiera una
visión interpretativa de con junto. Como consideramos que ellos, junto
con otras formaciones valencianas, son piezas claves para la interpretación geológica de nuestro con junto provincial, han captado nuestra atención, de la cual son producto las líneas siguientes.
IDENTIFICACION DE LOS CANALES TRIASICOS VALENCIANOS
De Si tter, en su «Geología estructura l», seña la un tipo de fallas o
grietas que por su carácter especial escapan de la tradicional clasificación
de norma les, inversas o de desgarre. Son lo que denominamos grandes
fallas fundamen ta les y que las caracteriza, principalmente, por la frecuen cia de movimientos a lo largo de sus caras contiguas, la profunda penetra ción de las mi smas en la corteza terrestre y el hecho de constituir una
vía de escape para las materias magmáticas. Forma parte también de sus
característ icas el hecho de acompañar a grandes fajas orogénicas y ser
para lelas a las cadenas montañosas a las cuales pertenecen.
Rosso de Luna, en «Las alineaciones geoestructurales y las disyunciones regmagenéticas», parece coincidir con estas ideas sobre las falla s fun -283-
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damentales, ampliando conceptos y particularizando. Seña la cómo la es ·
cuela alemana viene prestando desde hace mucho tiempo esencial aten ción a una serie de accidentes tectónicos, morfológicos y geográficos, distribuidos según directrices o líneas que se prolongan por grandes distancias
y que reciben el nombre de alineaciones geoestructurales.
Estas alineaciones geoestructurales significan, a su vez, fajas o directrices de inestabilidad cortical y cuyas improntas aparecen, ora netas en
la superficie de los vie jos cratones desnudos, ora acusando su presencia
en profundidad al imprimir en la estructura de los sedimentos suprayacentes ciertas peculariedades u orientaciones.
Como posibles fenómenos indicativos de la existencia de una red regmática de disyunción indica, en tre otros, la existencia de un diaclasamiento especial en las series sedimentarias no deformadas, la lineación de epicentros de terremotos, la formación de fosas tectónicas y el vulcanismo
cratónico.
Examinada la provincia de Valencia bajo estos criterios observamos
que, gran parte de su área geográfica, se halla cruzada por franjas estrechas y alargadas, orientadas según directrices precisas y constantes. La
mayor parte de ellas se hallan recubiertas por los abigarrados y multicolores materiales de l Keuper y su faci lidad a la erosión las convierte normalmente en pin torescos y llamat ivos valles, los cuales sirven de cauce
a corrientes f luviales.
Estos valles triásicos, canales en el lenguaje popular, junto con otros
de recubrimientos superficiales terciarios, etcétera, alcanzan longitudes
muy variables, manteniendo promedios de anchura que oscilan entre los
dos y los tres kilómetros, abundando en ellos los manantiales salinos y
las manifestaciones magmát icas, han llamado con frecuencia la atención
de los geólogos, los cuales se han pronunciado en relación con los mismos
con cierta diversidad de criterios. No obstante, a nuestro juicio, estos
valles constituyen las fallas fundamentales descritas por De Sitter, coin cidentes con las alineaciones geoestructurales de Rosso de Luna.
LOS CANALES TRIASICOS VALENCIANOS
SEGUN DIVERSOS AUTORES
Rolando Brinkmann, en «Las cadenas béticas y celtibéricas del Sureste de España», a l hablar de nuestros citados valles, los califica de horsts
triásiccs. Si bien es cierto que el concepto de horst es relativo en cuanto
a su mecánica genét ica, también es cierto que su relatividad t iene un
límite. Un horst supone la existencia de un bloque levantado entre dos
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CANALES TRIÁSICOS
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hundidos, sin especificación real de si e l bloque central del horst es el
que ha sufrido el movimiento de ascensión, o si bien han sido los laterales los que han sufrido el descenso. No obstan te, consideramos no cabe
el criterio, dentro de esta amplitud de los mismos, de englobar también
a los procesos diapíricos, a los cuales posteriormente, y a l referirnos nuevamente a estos valles triásicos, haremos mención.
Darder Pericás, en su muy completa obra I
de la provincia de Valencia y Norte de la de Alicante», no se detiene a
examinar el origen de estos valles. A pesar de ello, intuye ya algo anormal en los mismos, concretamente en el valle de Barcheta, y así, al hablar de la sierra de les AguiJes, ir1dica: «La sierra de les Agulles termina
hacia el Sur por un contacto anormal con el triásico del valle de Barcheta,
como puede apreciarse en la figura 38 (de la obra referenciada) . Esta falla
ha sido marcada por Brinkmann; pero yo creo que debe prolongarse en
la misma dirección hasta el valle de Tabernes de Valldigna, señalando la
terminación Sudeste de la sierra de Corbera. Es probable que debajo de los
aluviones de esta depresión continúen las arcillas irisadas triásicas, que
pueden observarse al borde de la sierra de la Rondonera, cerca de la fuen te de la Umbría. Mi impresión es que la tal falla es de importancia tectónica mayor de lo que a primera vista parece; pero sin un estudio muy detenido de la zona entre el valle de Barcheta y Simat de Valldigna no es
posible pronunciarse » (Lám. 1).
Compartimos plenamente el criterio de Darder Pericás en cuanto a
la prolongación de la mencionada falla y a su importancia tectónica, diferiendo en cuanto a los sedimentos del valle de Valldigna.
Meseguer Pardo, que realizó el estudio de la comarca de Alcira (hoja
núm. 770), asigna al valle de Barcheta un carácter diapírico, el cual hace
extensivo a la sierra de la Rondonera, en las cercanías de Jeresa; a la depresión de Bárig e incluso al valle de Valldigna. cuyo Trías, al igual que
Darder Pericás, supone enterrado por los aluviones del valle. Señala la
existencia de la falla de Barcheta y su posible prolongación hasta Tabernes
de Valldigna y reconoce la separación de la terminación meridiona l de la
sierra de Corbera (montes de Valldigna) y del macizo del Montdúver, por
la existencia de un pliegue falla transverso al eje.
Finalmente Dupuy de Lome, al realizar gran número de hojas escala
1 /50.000, del Mapa Geológico de España, y corresponder éstas a la provincia de Valencia, ha tropezado frecuentemen te con el fenómeno geológico en discusión y ha tratado tanto de definir e l hecho de su propia
existencia, como el mecanismo que lo ha producido.
Su análisis le ha permitido llegar a la conclusión de que estos valles
no son más que las charnelas de restos de grandes estructuras tectónicas,
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totalmente erosionadas y desmanteladas, en los que el Keuper, como consecuencia de empu jes de tipo tangencial, actúa en sentido ascendente .
Igualmente, en diversos lugares, señala Dupuy de Lome como el Keuper
asoma preferentemente en las zonas de menor espesor de cobertura postriásica o a l amparo de fracturas.
LA FRONTERA GEOLOGICA ENTRE LAS REGIONES
IBERICA Y PREBETICA
También, según Rosso de Luna, una de las especiales características
de estas alineaciones es que con frecuencia constituyen la frontera entre
dos estilos tectónicos distintos impresos en los sedimentos de una misma
cuenca por las fuerzas orogénicas.
El límite de las regiones tectónicas valencianas lo constituye su «falla
meridional », la cual se inicia en la zona de La Encina unida esta última
a Almansa y a Ayora por un canal terciario, pero de probable substrato
triásico, como lo atestigua el asomo del Cabezuelo, en Almansa (fig. 1 ).
El recorrido de la falla meridional valenciana es suficientemente conocido para no entrar en detalles del mismo. Sin embargo, a título informativo se puede seña lar que va desde el punto antes citado, en la hoja número 819 (Caudete), hasta la núm. 795 (Játiva), atravesando en sen tido
diagonal la núm. 794 (Canals).
Al desembocar en la hoja núm. 770 (Aicira), la falla meridional valenciana entra en contacto con el cana l triásico de Navarrés, difuminándose
ambos bajo los sedimentos cuaternarios, al Oeste de Lugar Nuevo de
Fenollet.
Según nuestro criterio, la falla meridional valenciana, después de fun dirse con el canal de Navarrés y perderse en los sedimentos modernos de
Lugar Nuevo de Fenollet, rea.pa rece inmediatamente en el espacio comprendido entre esta última población y Genovés, el cual, a su vez, finaliza
a la a ltura aproxi mada del Plo de Corrals.
Esta linea integrada por la actualmente denominada fosa meridional
valenciana, continúa por el valle de Barcheta, frontera geológica ent re las
regiones Ibérica y Prebética, prosigue por una amplia zona cretácea compuesta principalmente por calizas muy lenarizadas del Santonense ·Campaniense inferior, genéricamente denominada Montes del Toro, por extensión toponímica de los dominantes en Simat de Valldigna, y entre los cua les
quedan encerrados los valles cuaternarios del Plo de Corrals, Plo del Suro
y hoya de Bárig (Lám. 11) .
Esta zona se halla flanqueada al Norte por una línea de fallas que se
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CANALES TRIÁSICOS
S
inician, en un extremo, al Oeste del Cerro de la Judía, en Barcheta, para
prosegui r, flanqueando el Pió de Malet, al Oeste de Benifairó de Valldigna,
y cruzando el valle de la Barraca, hacia el Monte de las Cruces, en Tabernes
IB!Iti CA
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• -·
Fig. 1
de Valldigna, e>:etremo meridional de la Sierra de Corbera o de les Agulles.
Estas fallas penetran hasta el triásico infrayacente y provocan, por t ectónica semidiapírica, la irrupción al exterior de las masas yesíferas del
Keuper, las cuales aparecen en e l Barranco de l Yeso y en torno a la
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fuente Pudenta, en el Barranco de Malet, en asomos hasta la fech a inéditos. Al Sur, paralela a la anterior, existe otra línea de falla que, provinente de las estructuras de la Serra Grossa, aparece entre los cerros del
Buscarró y I'Ait de !'Edra, bordea el Picaio y se dirige hacia el valle de
Bárig, al que converge a través de los cerros del Tossal y de la Puigmola,
originando en este lugar un nuevo asomo diapírico. Esta falla atraviesa
completamente todo el valle de 6árig, recubierta por los sedimentos cuaternarios, enlaza posiblemente con el sistema hidrológico del Avene de la
Donzella, y por la zona de les Mallaetes, en el ángulo que forman las
sierras de la Rondonera y del Montdúver, se dirige hacia la vertiente
norte de esta última y hacia el mar, quedando, entre esta importante
línea de· falla y la antes descrita y que se iniciaba en el Cerro de la Judía
de Barchéta, una fosa tectónica de gran importancia para la interpretación geológica de la provincia de Valencia.
Así, pues, la prolongación de la fosa meridional valenciana se puede
establecer a través del valle de Barcheta, los Montes del Toro y el valle
de Valldigna .
Si bien Darder Pericás, al resumir sus notas sobre las sierras de Corbera, de les Agulles y del Montdúver, indicaba que este último parece
continuación de la sierra de les Agulles, separados entre sí por un pliegue
fal la transverso al eje, lo cierto es que esta teoría es extensiva más allá
del valle de Valldigna y que debe incluir dentro del mismo criterio a los
montes del Toro. Por otra parte, en un corte geológico trazado por el
mismo Darder P.ericás, y que comprende la Serra d'Aidaia, la Pu igmola, el
Tossal y Jos Montes del Toro, pone de manifiesto la existencia de esa
fosa, sin pasar, no obstante, en ningún momento a su estudio particular,
ni a su interpretación de conjunto.
La prolongación de estos Montes del Toro, y en particular la línea de
regmagenetismo que separa las regiones geológicas valencianas Ibérica y
Prebética, se realiza a través del valle de Valldigna, fosa tectónica recubierta por los aluviones cuaternarios y que se prolonga hacia el mar.
Brinkmann, al referirse al valle de Valldigna, manifiesta que <
cubierto de masas detríticas recientes y a juzgar por un afloramiento que
existe en Tabernes, se halla ocupado por un horst de Keupen>, criterio
después compartido por Meseguer Pardo, al señalar éste que «es probable
que bajo los aluviones del valle prosigan las arcillas irisadas que se mani fiestan al mediodía del expresado pueblo, en e l borde de la Sierra Ron donera».
En contraste con lo apuntado por ambos autores no creemos que el
substrato del valle de Valldigna sea el triásico, o más precisamente el
Keuper. Las apariciones de este material, en la provincia de Valencia,
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CANALES TRIÁSI COS
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suelen ser bajo la forma de grandes manchas alargadas y anchuras del
orden de los dos o tres kilómetros, es decir, los típicos canales valencianos
(Barcheta, Navarrés, Ayora, Cortes de Pallás, etcétera), o en ojales, mucho
más estrechos, de forma predominantemente alargada, de reducida extensión y siempre al amparo de fallas, ora de crestería (Vallada, Mogente,
Cinco Hermanos, etcétera, en la Serra Grossa), ora de lineales (valles de
Jeresa o de Bárig, Fuente Pudenta de Simat de Valldigna, canteras del
Buscarró, Puigmola, etcétera).
El asomo triásico de la fuente de la Umbria, principal motivo de los
razonamientos de los ant es citados autores, responde, como tantos otros
de la comarca a la presencia de ocultos lineales, en los que se producen
tectónicas análogas a la del val le de Bárig y forman interesantes niveles
hídricos, como el existente a la altura de la Drova, con las fonts de I'Oim
y de les Monches (Lám . 111) .
Consecuentes de todo lo anteriormente expuesto deducimos que la
división geológica de la provincia de Valencia se realiza de acuerdo con
la teoría de Rosso de Luna y que la divisoria de las regiones Ibérica y
Prebética queda establecida por la falla meridional valenciana, cuyo desarrollo nosotros prolongamos a través del valle de Barcheta, montes del
Toro y valle de Bárig, hasta el propio valle de Valldigna (Lám. IV) .
EL VALLE DE LA DROV A
No hemos podido hallar ningún estudio geológico sobre este vall e, sito
entre los montes d'Aidaia y la sierra del Montdúver, entre Bárig y Gandía .
Brinkmann, en su «Mapa Geológico de la provincia de Valencia», in tegrado en su trabajo «Las cadenas Béticas y Celtibéricas del Sureste de
España», señala la existencia de Llna falla a lo largo de él; o más bien, la
prolongación de la falla que se extiende por el Sur del valle de Barcheta,
la cual entraría en el valle de Bárig por la Puigmola, proseguiría por el
valle de la Drova y, por el collado exist ente entre las peñas Negra y del
Colom, desembocaría al valle de Jeresa. Hemos seguido sobre el terreno
la citada falla y sobre el plano de Brinkmann, de acuerdo con lo arriba
expuesto, hemos de manifestar algunas discrepancias. El valle de la Drova
es positivamen te una fosa tectónica, cuya solución de continuidad no se
verifica a t ravés del collado existente entre las peñas Negra y del Colom
y en dirección a Jeresa, sino que, siguiendo su propia orientación ibérica,
concretamente por la zona en que discurre la carretera de Bárig a Gandía,
va a desembocar a l conocido valle gandiense de la Marchuquera, cntrt!
los últ imos contrafuert es de las estribaciones de la Serra Grossa y la
Falconera (l ám. V y VI) .
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DONAT
Para nosotros e l valle de la Drova tiene una importa nc ia geológica
mucho m ayor que la simple prosecución de una fosa. A nuestro cri terio,
el con junto orográfico integrado por las sierras de la Rondonera y de l
Montdúver, flanqueado por el norte por la fosa de los Montes del Toro
y valle de Valldigna y por el sur por la fosa tectónica de la Drova, constituye
el punto de fusión de las estribaciones meridionales de las cordilleras
celtibéricas con las avanzadas septentrionales de las Prebéticas, y cuyo
punto central de contacto deberíamos situar en les Mallaetes de Bárig.
LA SUBREG ION CENTRAL VALENCIANA
Hemos podido observar cómo el princ1p1o de que las alineaciones
geoestructurales constituyen con frecuencia frontera entre dos estilos
tectónicos diferentes tenía plena adecuación a la provincia de Valencia,
en cuan to en la misma separaban las regiones Ibérica y Prebética (fig. 2).
Posteriormente, nuestro deambular por las distintas zonas orográficas
de la provincia a la búsqueda y estudio de nuevas zonas cársticas, junto
a l examen de las alineacíones, nos ha inducido a seña lar la existencia,
dentro de la región Ibérica, de una subreg ión geológi ca que denominamos
«Centra l o de Escudo», la cual posee límites geográficos y caracterísricas
muy determinativas, tales como estratificación tabular, con la consiguiente carencia de alineaciones estructurales de orientación típicamente definida. La subregión central cubre una importante área de la geografía
valenciana. Se halla limitada a l N. por e l canal triásico de Cortes de Pallás
y su prolongación por la fosa tectónica de Dos Aguas. El límite Oeste queda
establecido por el canal triásico de Ayora . El Sur, de forma angular, lo establecen de un lado la fosa tectónica terciaria Almansa-La Encina y la
propiamente dicha falla meridional valenciana. El extremo orienta l lo
situamos a lgo más a l Este del Canal de Navarrés. Concretamente la Fosa
de Dos Aguas, a l este del Pico del Ave, en la zona de la Herrada se
resuelve en una nueva fosa tectónica, de directriz ibérica, que bordea la
sierra del Caballón por el Nordeste y se prolonga hasta alcanzar las estribaciones occidentales del ísleo montañoso del Quencall, la cual se resuelve
a su vez por una fosa existente entre la falda meridional de este mon te,
Lomas de Matamont, y las Lomas del Truig, dejando, en su interior, el
barranco de la Parra. Esta división nos permite inclu1r dentro de la
subregión central toda la comarca de Millares, la c ua l habría quedado exc luida de haber utilizado como elemento divisorio e l canal de Navarrés.
De esta forma quedan en su interior, como más destacadas formaciones, la Muela de Cortes de Pa llás, la meseta de Millares, la Muela ~e
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CANALES TRIÁSICOS
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Bicorp, el macizo del Caroig, el Peñón de los Machos, la Sierra oe Enguera, etcétera.
Las formaciones de esta subregión acusan, de forma indudable, los
IB E RI CA
CENTRAL
F ig. 2
empujes provinentes de las zonas vecinas, sirviéndoles de escudo; de
esta forma la zona Norte de ésta se halla dominada por las alineaciones
geográficas de directriz ibérica, como los cintos del Quemado; por su
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parte sur las muestra de orientación Prebética, como los cintos del Peñón
de los Machos; finalmente el Caroig, centro geográfico de la región, acusa
en sus caras la doble influencia regional (Lám. VIl) .
LAS CRUCES REGMATICAS VALENCIANAS
Los canales valencianos, triásicos o no, como an tes hemos enunciado
poseen, entre otras características, las de mantener unas directrices precisas y constantes; en el Norte la orientación NW. SE. (Ibérica) y en el
Sur la SW. NE . (Prebética). Pero junto a estas dos, que por si solas forman
una 2ruz regmática, apareceh otras dos, formando igualmente otra cruz
regmática y cuyas directrices son N-S y E-W.
La primera de las cruces señaladas (ibérica y prebética) culmina en
la fusión del canal de Navarrés con la falla meridional valenciana. La
segunda tiene como eje fundamental el canal de Ayora (N -S) y :.erían
complementarios del mismo la fosa terciaria de Alatoz (Aibacete), y el
canal de Cortes de Pallás y la tosa de Dos Aguas (Lám. VI 11) .
Dentro de la consideración de estas cruces regmáticas cabría explicar
multitud de fenómenos geológicos, hoy no considerados o inconexos entre
sí. Creemos que la confección de un completo mapa regmagenético de
nuestra región aportaría gran cantidad de datos sobre la motivación de
determinadas zonas de sedimentación, así como el conocimiento correcto
de nuevas zonas de fallas y fosas.
Rosso de Luna, en su tantas veces citada obra, ya señala la influencia
de las directrices regmagenéticas atlántica y africana en las disyunciones
de este tipo del Levante y Sur de España. Por nuestra parte, no ::ólo
aceptamos sus manifestaciones, sino que, además, seña lamos la presencia
de las directrices euroasiáticas, las cuales tienden a presentarse en la
Valencia continenta l o del interior.
ORIGEN Y FUNCION DE LAS FOSAS TECTONICAS VALENCIANAS
Siguiendo parcialmente el criterio de Dupuy de Lóme, los canales triási cos valencianos los situamos en grandes estructuras tectónicas, pero no
como el resultado de la erosión y el desman telamiento de sus charnelas,
sino como el producto de la formación -de fosas tectónicas.
Estas, de seguir las teorías de Bullard, recogidas por Holmes, deberían
su origen a los fenómenos de compresión, por los que nuestros canales
triásicos, en su equivalente toponímico británico de ritf valley, serían,
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CANALES TRIÁSICOS
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a su vez, en nuestra reducida escala provincial, el equivalente, por ejemplo, a escala continental, de las célebres fosas africanas.
Estas teorías de Bullard han sido refutadas por Cloos, por considerar
que carecían ·de suficientes apoyos en su fundamento . Este último realizó
determinadas experiencias tísicas, llegando a la conclusión de que las citadas tosas eran debidas a un arqueamiento de la corteza terrestre, en el
que como es lógico el estiramiento superficial siempre es mayor que el
producido en profundidad. Teoría que, en cierta forma, tiene muchos
puntos coincidentes con la de Seidl, en cuanto a los desgarres observados
en la corteza terrestre y que este último achacaba a las fuerzas de tracción .
En relación con los depósitos triásicos, que con mucha frecuencia
rellenan estas fosas, queremos señalar que éstos actúan normalmente en
proceso de tectónica semidiapírica, acorde con lo expuesto por Dupuy
de Lome bajo la consideración de «La tectónica pecu liar del Trias», en varias memorias explicativas de las hojas 1 /50.000 del Mapa Geológico de
España.
El característico levantamiento margina l de los estratos puede corresponder tanto a la presencia de arqueamientos en la superficie terrestre,
como a un levantamiento particular de los mismos ocasionado por el empuje de los materiales del Keuper, cuando no por ambos a la vez. Este
particular empuje del Keuper en su movimi ento ascensional, cuando la
capa suprayacente es de débil espesor se manifiesta muy extremado hasta
el punto de producir, en la citada capa suprayacente, casi siempre, por su
posición estratigráfica, constituida por calizas, fracturas de tipo análogo
a las producidas en e l interior de los sincl inales y que crean, en consecuencia, una nueva modalidad genético-cárstica que podríamos denominar de
borde de diapiro.
Resumiendo podemos considerar que, los canales triásicos valencianos
son fosas tectónicas, cuyo principal fundamento consiste en facilitar los
movimientos .eJe traslación de la masa suprayacente; resolver los esfuerzos
producidos en su arqueamiento, y en general resolver los problemas ocasionados por la falta de elasticidad de los materiales que integran los pisos
situados sobre el Keuper producidos normalmente por esfuerzos que sue len
traducirse siempre y finalmente por un estiramiento de las capas superficiales.
CONCLUSIONES
Se asimilan .los canales triásicos valencianos al concepto de fallas fundamentales y de alineaciones regmagenéticas, pasando revista a los criterios sustentados por diversos autores sobre los mismos.
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00:-IAT
Verificando algunas correcciones estratigráficas y tectónicas se Establece en forma definida la frontera geográt ica y geológica entre las regiones
Ibérica y Prebética, señalándose, tras el estudio del valle de la Drova, las
sierras del Montdúver y de la Rondonera como punto de confluencia de
ambas t ectónicas.
Basados en mot ivaciones tectónicas, se establece, al amparo de alineaeiones regmagenéticas, una zona denominada Central o de Escudo como
subregión de la Ibérica.
Fina lmente, tras establecer la orientación de las cruces regmá t icas
valencianas, se identifican los citados cana les t riásicos como fosas, esta bleciéndose la fu nción de los mismos.
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DONAT. -Los cana les triás icos "alencianos
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l.-Cerro de La judía. Inicio de las faUas septentrionales de la fosa de VaUdigna.
2.-·Valle triásico de Barcheta.
LAM. l .
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2
1. - 1
V!omes de Toro, en Valldigm.
2.- Valle de Valldigna. Salida al mar emre el monte de las Cruces
y
la Sierra Rondonera.
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OONAT.-L:>s can a les triásicos valencia nos
r
Sierra de Aldaia. Laderas meridionales de la fosa de La Drova.
LAM. V.
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LAM. VI.
DONA'f. -L os can ales tl'iásiccs valencian os
•
1
2
l.-- Región meridional del Mond;.ib~r.
2.· -Al fondo de la región meridional del Mondüber zona
duce la imersección de la falll de Jeresa.
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Peny.1 NegrO!, dor:d: se p!o-
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DONA T .-Los can ales u iásicos valencian os
l.- Cerro Negro, ofítico, eu la canal de Navarrés.
2.·- l nstalaciones del Cerro Negro.
LAM. VII.
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DONAT. -Los can a les triásicos valen cian os
LAM. VIII.
---¡
Dos aspectos de la falla norte de la fosa de Dos Aguas
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JOSE DONAT ZOPO
(Del Grupo Espeleológico Vilonovo y Piero
de l o Diputación Provincial de Valencia)
Los canales triásicos valencianos
INTRODUCCION
Se ha hablado y se ha escrito bastante acerca de los «canales» triásicos
valencianos, pero según nuestro cri terio no se ha llegado nunca a establecer con exactitud su origen, ni el sentido de su existencia, ni siquiera una
visión interpretativa de con junto. Como consideramos que ellos, junto
con otras formaciones valencianas, son piezas claves para la interpretación geológica de nuestro con junto provincial, han captado nuestra atención, de la cual son producto las líneas siguientes.
IDENTIFICACION DE LOS CANALES TRIASICOS VALENCIANOS
De Si tter, en su «Geología estructura l», seña la un tipo de fallas o
grietas que por su carácter especial escapan de la tradicional clasificación
de norma les, inversas o de desgarre. Son lo que denominamos grandes
fallas fundamen ta les y que las caracteriza, principalmente, por la frecuen cia de movimientos a lo largo de sus caras contiguas, la profunda penetra ción de las mi smas en la corteza terrestre y el hecho de constituir una
vía de escape para las materias magmáticas. Forma parte también de sus
característ icas el hecho de acompañar a grandes fajas orogénicas y ser
para lelas a las cadenas montañosas a las cuales pertenecen.
Rosso de Luna, en «Las alineaciones geoestructurales y las disyunciones regmagenéticas», parece coincidir con estas ideas sobre las falla s fun -283-
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J.
DONAT
damentales, ampliando conceptos y particularizando. Seña la cómo la es ·
cuela alemana viene prestando desde hace mucho tiempo esencial aten ción a una serie de accidentes tectónicos, morfológicos y geográficos, distribuidos según directrices o líneas que se prolongan por grandes distancias
y que reciben el nombre de alineaciones geoestructurales.
Estas alineaciones geoestructurales significan, a su vez, fajas o directrices de inestabilidad cortical y cuyas improntas aparecen, ora netas en
la superficie de los vie jos cratones desnudos, ora acusando su presencia
en profundidad al imprimir en la estructura de los sedimentos suprayacentes ciertas peculariedades u orientaciones.
Como posibles fenómenos indicativos de la existencia de una red regmática de disyunción indica, en tre otros, la existencia de un diaclasamiento especial en las series sedimentarias no deformadas, la lineación de epicentros de terremotos, la formación de fosas tectónicas y el vulcanismo
cratónico.
Examinada la provincia de Valencia bajo estos criterios observamos
que, gran parte de su área geográfica, se halla cruzada por franjas estrechas y alargadas, orientadas según directrices precisas y constantes. La
mayor parte de ellas se hallan recubiertas por los abigarrados y multicolores materiales de l Keuper y su faci lidad a la erosión las convierte normalmente en pin torescos y llamat ivos valles, los cuales sirven de cauce
a corrientes f luviales.
Estos valles triásicos, canales en el lenguaje popular, junto con otros
de recubrimientos superficiales terciarios, etcétera, alcanzan longitudes
muy variables, manteniendo promedios de anchura que oscilan entre los
dos y los tres kilómetros, abundando en ellos los manantiales salinos y
las manifestaciones magmát icas, han llamado con frecuencia la atención
de los geólogos, los cuales se han pronunciado en relación con los mismos
con cierta diversidad de criterios. No obstante, a nuestro juicio, estos
valles constituyen las fallas fundamentales descritas por De Sitter, coin cidentes con las alineaciones geoestructurales de Rosso de Luna.
LOS CANALES TRIASICOS VALENCIANOS
SEGUN DIVERSOS AUTORES
Rolando Brinkmann, en «Las cadenas béticas y celtibéricas del Sureste de España», a l hablar de nuestros citados valles, los califica de horsts
triásiccs. Si bien es cierto que el concepto de horst es relativo en cuanto
a su mecánica genét ica, también es cierto que su relatividad t iene un
límite. Un horst supone la existencia de un bloque levantado entre dos
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CANALES TRIÁSICOS
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hundidos, sin especificación real de si e l bloque central del horst es el
que ha sufrido el movimiento de ascensión, o si bien han sido los laterales los que han sufrido el descenso. No obstan te, consideramos no cabe
el criterio, dentro de esta amplitud de los mismos, de englobar también
a los procesos diapíricos, a los cuales posteriormente, y a l referirnos nuevamente a estos valles triásicos, haremos mención.
Darder Pericás, en su muy completa obra I
examinar el origen de estos valles. A pesar de ello, intuye ya algo anormal en los mismos, concretamente en el valle de Barcheta, y así, al hablar de la sierra de les AguiJes, ir1dica: «La sierra de les Agulles termina
hacia el Sur por un contacto anormal con el triásico del valle de Barcheta,
como puede apreciarse en la figura 38 (de la obra referenciada) . Esta falla
ha sido marcada por Brinkmann; pero yo creo que debe prolongarse en
la misma dirección hasta el valle de Tabernes de Valldigna, señalando la
terminación Sudeste de la sierra de Corbera. Es probable que debajo de los
aluviones de esta depresión continúen las arcillas irisadas triásicas, que
pueden observarse al borde de la sierra de la Rondonera, cerca de la fuen te de la Umbría. Mi impresión es que la tal falla es de importancia tectónica mayor de lo que a primera vista parece; pero sin un estudio muy detenido de la zona entre el valle de Barcheta y Simat de Valldigna no es
posible pronunciarse » (Lám. 1).
Compartimos plenamente el criterio de Darder Pericás en cuanto a
la prolongación de la mencionada falla y a su importancia tectónica, diferiendo en cuanto a los sedimentos del valle de Valldigna.
Meseguer Pardo, que realizó el estudio de la comarca de Alcira (hoja
núm. 770), asigna al valle de Barcheta un carácter diapírico, el cual hace
extensivo a la sierra de la Rondonera, en las cercanías de Jeresa; a la depresión de Bárig e incluso al valle de Valldigna. cuyo Trías, al igual que
Darder Pericás, supone enterrado por los aluviones del valle. Señala la
existencia de la falla de Barcheta y su posible prolongación hasta Tabernes
de Valldigna y reconoce la separación de la terminación meridiona l de la
sierra de Corbera (montes de Valldigna) y del macizo del Montdúver, por
la existencia de un pliegue falla transverso al eje.
Finalmente Dupuy de Lome, al realizar gran número de hojas escala
1 /50.000, del Mapa Geológico de España, y corresponder éstas a la provincia de Valencia, ha tropezado frecuentemen te con el fenómeno geológico en discusión y ha tratado tanto de definir e l hecho de su propia
existencia, como el mecanismo que lo ha producido.
Su análisis le ha permitido llegar a la conclusión de que estos valles
no son más que las charnelas de restos de grandes estructuras tectónicas,
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4
J.
DONAT
totalmente erosionadas y desmanteladas, en los que el Keuper, como consecuencia de empu jes de tipo tangencial, actúa en sentido ascendente .
Igualmente, en diversos lugares, señala Dupuy de Lome como el Keuper
asoma preferentemente en las zonas de menor espesor de cobertura postriásica o a l amparo de fracturas.
LA FRONTERA GEOLOGICA ENTRE LAS REGIONES
IBERICA Y PREBETICA
También, según Rosso de Luna, una de las especiales características
de estas alineaciones es que con frecuencia constituyen la frontera entre
dos estilos tectónicos distintos impresos en los sedimentos de una misma
cuenca por las fuerzas orogénicas.
El límite de las regiones tectónicas valencianas lo constituye su «falla
meridional », la cual se inicia en la zona de La Encina unida esta última
a Almansa y a Ayora por un canal terciario, pero de probable substrato
triásico, como lo atestigua el asomo del Cabezuelo, en Almansa (fig. 1 ).
El recorrido de la falla meridional valenciana es suficientemente conocido para no entrar en detalles del mismo. Sin embargo, a título informativo se puede seña lar que va desde el punto antes citado, en la hoja número 819 (Caudete), hasta la núm. 795 (Játiva), atravesando en sen tido
diagonal la núm. 794 (Canals).
Al desembocar en la hoja núm. 770 (Aicira), la falla meridional valenciana entra en contacto con el cana l triásico de Navarrés, difuminándose
ambos bajo los sedimentos cuaternarios, al Oeste de Lugar Nuevo de
Fenollet.
Según nuestro criterio, la falla meridional valenciana, después de fun dirse con el canal de Navarrés y perderse en los sedimentos modernos de
Lugar Nuevo de Fenollet, rea.pa rece inmediatamente en el espacio comprendido entre esta última población y Genovés, el cual, a su vez, finaliza
a la a ltura aproxi mada del Plo de Corrals.
Esta linea integrada por la actualmente denominada fosa meridional
valenciana, continúa por el valle de Barcheta, frontera geológica ent re las
regiones Ibérica y Prebética, prosigue por una amplia zona cretácea compuesta principalmente por calizas muy lenarizadas del Santonense ·Campaniense inferior, genéricamente denominada Montes del Toro, por extensión toponímica de los dominantes en Simat de Valldigna, y entre los cua les
quedan encerrados los valles cuaternarios del Plo de Corrals, Plo del Suro
y hoya de Bárig (Lám. 11) .
Esta zona se halla flanqueada al Norte por una línea de fallas que se
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CANALES TRIÁSICOS
S
inician, en un extremo, al Oeste del Cerro de la Judía, en Barcheta, para
prosegui r, flanqueando el Pió de Malet, al Oeste de Benifairó de Valldigna,
y cruzando el valle de la Barraca, hacia el Monte de las Cruces, en Tabernes
IB!Iti CA
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• -·
Fig. 1
de Valldigna, e>:etremo meridional de la Sierra de Corbera o de les Agulles.
Estas fallas penetran hasta el triásico infrayacente y provocan, por t ectónica semidiapírica, la irrupción al exterior de las masas yesíferas del
Keuper, las cuales aparecen en e l Barranco de l Yeso y en torno a la
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6
J.
OONAT
fuente Pudenta, en el Barranco de Malet, en asomos hasta la fech a inéditos. Al Sur, paralela a la anterior, existe otra línea de falla que, provinente de las estructuras de la Serra Grossa, aparece entre los cerros del
Buscarró y I'Ait de !'Edra, bordea el Picaio y se dirige hacia el valle de
Bárig, al que converge a través de los cerros del Tossal y de la Puigmola,
originando en este lugar un nuevo asomo diapírico. Esta falla atraviesa
completamente todo el valle de 6árig, recubierta por los sedimentos cuaternarios, enlaza posiblemente con el sistema hidrológico del Avene de la
Donzella, y por la zona de les Mallaetes, en el ángulo que forman las
sierras de la Rondonera y del Montdúver, se dirige hacia la vertiente
norte de esta última y hacia el mar, quedando, entre esta importante
línea de· falla y la antes descrita y que se iniciaba en el Cerro de la Judía
de Barchéta, una fosa tectónica de gran importancia para la interpretación geológica de la provincia de Valencia.
Así, pues, la prolongación de la fosa meridional valenciana se puede
establecer a través del valle de Barcheta, los Montes del Toro y el valle
de Valldigna .
Si bien Darder Pericás, al resumir sus notas sobre las sierras de Corbera, de les Agulles y del Montdúver, indicaba que este último parece
continuación de la sierra de les Agulles, separados entre sí por un pliegue
fal la transverso al eje, lo cierto es que esta teoría es extensiva más allá
del valle de Valldigna y que debe incluir dentro del mismo criterio a los
montes del Toro. Por otra parte, en un corte geológico trazado por el
mismo Darder P.ericás, y que comprende la Serra d'Aidaia, la Pu igmola, el
Tossal y Jos Montes del Toro, pone de manifiesto la existencia de esa
fosa, sin pasar, no obstante, en ningún momento a su estudio particular,
ni a su interpretación de conjunto.
La prolongación de estos Montes del Toro, y en particular la línea de
regmagenetismo que separa las regiones geológicas valencianas Ibérica y
Prebética, se realiza a través del valle de Valldigna, fosa tectónica recubierta por los aluviones cuaternarios y que se prolonga hacia el mar.
Brinkmann, al referirse al valle de Valldigna, manifiesta que <
existe en Tabernes, se halla ocupado por un horst de Keupen>, criterio
después compartido por Meseguer Pardo, al señalar éste que «es probable
que bajo los aluviones del valle prosigan las arcillas irisadas que se mani fiestan al mediodía del expresado pueblo, en e l borde de la Sierra Ron donera».
En contraste con lo apuntado por ambos autores no creemos que el
substrato del valle de Valldigna sea el triásico, o más precisamente el
Keuper. Las apariciones de este material, en la provincia de Valencia,
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CANALES TRIÁSI COS
7
suelen ser bajo la forma de grandes manchas alargadas y anchuras del
orden de los dos o tres kilómetros, es decir, los típicos canales valencianos
(Barcheta, Navarrés, Ayora, Cortes de Pallás, etcétera), o en ojales, mucho
más estrechos, de forma predominantemente alargada, de reducida extensión y siempre al amparo de fallas, ora de crestería (Vallada, Mogente,
Cinco Hermanos, etcétera, en la Serra Grossa), ora de lineales (valles de
Jeresa o de Bárig, Fuente Pudenta de Simat de Valldigna, canteras del
Buscarró, Puigmola, etcétera).
El asomo triásico de la fuente de la Umbria, principal motivo de los
razonamientos de los ant es citados autores, responde, como tantos otros
de la comarca a la presencia de ocultos lineales, en los que se producen
tectónicas análogas a la del val le de Bárig y forman interesantes niveles
hídricos, como el existente a la altura de la Drova, con las fonts de I'Oim
y de les Monches (Lám . 111) .
Consecuentes de todo lo anteriormente expuesto deducimos que la
división geológica de la provincia de Valencia se realiza de acuerdo con
la teoría de Rosso de Luna y que la divisoria de las regiones Ibérica y
Prebética queda establecida por la falla meridional valenciana, cuyo desarrollo nosotros prolongamos a través del valle de Barcheta, montes del
Toro y valle de Bárig, hasta el propio valle de Valldigna (Lám. IV) .
EL VALLE DE LA DROV A
No hemos podido hallar ningún estudio geológico sobre este vall e, sito
entre los montes d'Aidaia y la sierra del Montdúver, entre Bárig y Gandía .
Brinkmann, en su «Mapa Geológico de la provincia de Valencia», in tegrado en su trabajo «Las cadenas Béticas y Celtibéricas del Sureste de
España», señala la existencia de Llna falla a lo largo de él; o más bien, la
prolongación de la falla que se extiende por el Sur del valle de Barcheta,
la cual entraría en el valle de Bárig por la Puigmola, proseguiría por el
valle de la Drova y, por el collado exist ente entre las peñas Negra y del
Colom, desembocaría al valle de Jeresa. Hemos seguido sobre el terreno
la citada falla y sobre el plano de Brinkmann, de acuerdo con lo arriba
expuesto, hemos de manifestar algunas discrepancias. El valle de la Drova
es positivamen te una fosa tectónica, cuya solución de continuidad no se
verifica a t ravés del collado existente entre las peñas Negra y del Colom
y en dirección a Jeresa, sino que, siguiendo su propia orientación ibérica,
concretamente por la zona en que discurre la carretera de Bárig a Gandía,
va a desembocar a l conocido valle gandiense de la Marchuquera, cntrt!
los últ imos contrafuert es de las estribaciones de la Serra Grossa y la
Falconera (l ám. V y VI) .
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J.
DONAT
Para nosotros e l valle de la Drova tiene una importa nc ia geológica
mucho m ayor que la simple prosecución de una fosa. A nuestro cri terio,
el con junto orográfico integrado por las sierras de la Rondonera y de l
Montdúver, flanqueado por el norte por la fosa de los Montes del Toro
y valle de Valldigna y por el sur por la fosa tectónica de la Drova, constituye
el punto de fusión de las estribaciones meridionales de las cordilleras
celtibéricas con las avanzadas septentrionales de las Prebéticas, y cuyo
punto central de contacto deberíamos situar en les Mallaetes de Bárig.
LA SUBREG ION CENTRAL VALENCIANA
Hemos podido observar cómo el princ1p1o de que las alineaciones
geoestructurales constituyen con frecuencia frontera entre dos estilos
tectónicos diferentes tenía plena adecuación a la provincia de Valencia,
en cuan to en la misma separaban las regiones Ibérica y Prebética (fig. 2).
Posteriormente, nuestro deambular por las distintas zonas orográficas
de la provincia a la búsqueda y estudio de nuevas zonas cársticas, junto
a l examen de las alineacíones, nos ha inducido a seña lar la existencia,
dentro de la región Ibérica, de una subreg ión geológi ca que denominamos
«Centra l o de Escudo», la cual posee límites geográficos y caracterísricas
muy determinativas, tales como estratificación tabular, con la consiguiente carencia de alineaciones estructurales de orientación típicamente definida. La subregión central cubre una importante área de la geografía
valenciana. Se halla limitada a l N. por e l canal triásico de Cortes de Pallás
y su prolongación por la fosa tectónica de Dos Aguas. El límite Oeste queda
establecido por el canal triásico de Ayora . El Sur, de forma angular, lo establecen de un lado la fosa tectónica terciaria Almansa-La Encina y la
propiamente dicha falla meridional valenciana. El extremo orienta l lo
situamos a lgo más a l Este del Canal de Navarrés. Concretamente la Fosa
de Dos Aguas, a l este del Pico del Ave, en la zona de la Herrada se
resuelve en una nueva fosa tectónica, de directriz ibérica, que bordea la
sierra del Caballón por el Nordeste y se prolonga hasta alcanzar las estribaciones occidentales del ísleo montañoso del Quencall, la cual se resuelve
a su vez por una fosa existente entre la falda meridional de este mon te,
Lomas de Matamont, y las Lomas del Truig, dejando, en su interior, el
barranco de la Parra. Esta división nos permite inclu1r dentro de la
subregión central toda la comarca de Millares, la c ua l habría quedado exc luida de haber utilizado como elemento divisorio e l canal de Navarrés.
De esta forma quedan en su interior, como más destacadas formaciones, la Muela de Cortes de Pa llás, la meseta de Millares, la Muela ~e
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CANALES TRIÁSICOS
9
Bicorp, el macizo del Caroig, el Peñón de los Machos, la Sierra oe Enguera, etcétera.
Las formaciones de esta subregión acusan, de forma indudable, los
IB E RI CA
CENTRAL
F ig. 2
empujes provinentes de las zonas vecinas, sirviéndoles de escudo; de
esta forma la zona Norte de ésta se halla dominada por las alineaciones
geográficas de directriz ibérica, como los cintos del Quemado; por su
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J.
OO!i!AT
parte sur las muestra de orientación Prebética, como los cintos del Peñón
de los Machos; finalmente el Caroig, centro geográfico de la región, acusa
en sus caras la doble influencia regional (Lám. VIl) .
LAS CRUCES REGMATICAS VALENCIANAS
Los canales valencianos, triásicos o no, como an tes hemos enunciado
poseen, entre otras características, las de mantener unas directrices precisas y constantes; en el Norte la orientación NW. SE. (Ibérica) y en el
Sur la SW. NE . (Prebética). Pero junto a estas dos, que por si solas forman
una 2ruz regmática, apareceh otras dos, formando igualmente otra cruz
regmática y cuyas directrices son N-S y E-W.
La primera de las cruces señaladas (ibérica y prebética) culmina en
la fusión del canal de Navarrés con la falla meridional valenciana. La
segunda tiene como eje fundamental el canal de Ayora (N -S) y :.erían
complementarios del mismo la fosa terciaria de Alatoz (Aibacete), y el
canal de Cortes de Pallás y la tosa de Dos Aguas (Lám. VI 11) .
Dentro de la consideración de estas cruces regmáticas cabría explicar
multitud de fenómenos geológicos, hoy no considerados o inconexos entre
sí. Creemos que la confección de un completo mapa regmagenético de
nuestra región aportaría gran cantidad de datos sobre la motivación de
determinadas zonas de sedimentación, así como el conocimiento correcto
de nuevas zonas de fallas y fosas.
Rosso de Luna, en su tantas veces citada obra, ya señala la influencia
de las directrices regmagenéticas atlántica y africana en las disyunciones
de este tipo del Levante y Sur de España. Por nuestra parte, no ::ólo
aceptamos sus manifestaciones, sino que, además, seña lamos la presencia
de las directrices euroasiáticas, las cuales tienden a presentarse en la
Valencia continenta l o del interior.
ORIGEN Y FUNCION DE LAS FOSAS TECTONICAS VALENCIANAS
Siguiendo parcialmente el criterio de Dupuy de Lóme, los canales triási cos valencianos los situamos en grandes estructuras tectónicas, pero no
como el resultado de la erosión y el desman telamiento de sus charnelas,
sino como el producto de la formación -de fosas tectónicas.
Estas, de seguir las teorías de Bullard, recogidas por Holmes, deberían
su origen a los fenómenos de compresión, por los que nuestros canales
triásicos, en su equivalente toponímico británico de ritf valley, serían,
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CANALES TRIÁSICOS
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a su vez, en nuestra reducida escala provincial, el equivalente, por ejemplo, a escala continental, de las célebres fosas africanas.
Estas teorías de Bullard han sido refutadas por Cloos, por considerar
que carecían ·de suficientes apoyos en su fundamento . Este último realizó
determinadas experiencias tísicas, llegando a la conclusión de que las citadas tosas eran debidas a un arqueamiento de la corteza terrestre, en el
que como es lógico el estiramiento superficial siempre es mayor que el
producido en profundidad. Teoría que, en cierta forma, tiene muchos
puntos coincidentes con la de Seidl, en cuanto a los desgarres observados
en la corteza terrestre y que este último achacaba a las fuerzas de tracción .
En relación con los depósitos triásicos, que con mucha frecuencia
rellenan estas fosas, queremos señalar que éstos actúan normalmente en
proceso de tectónica semidiapírica, acorde con lo expuesto por Dupuy
de Lome bajo la consideración de «La tectónica pecu liar del Trias», en varias memorias explicativas de las hojas 1 /50.000 del Mapa Geológico de
España.
El característico levantamiento margina l de los estratos puede corresponder tanto a la presencia de arqueamientos en la superficie terrestre,
como a un levantamiento particular de los mismos ocasionado por el empuje de los materiales del Keuper, cuando no por ambos a la vez. Este
particular empuje del Keuper en su movimi ento ascensional, cuando la
capa suprayacente es de débil espesor se manifiesta muy extremado hasta
el punto de producir, en la citada capa suprayacente, casi siempre, por su
posición estratigráfica, constituida por calizas, fracturas de tipo análogo
a las producidas en e l interior de los sincl inales y que crean, en consecuencia, una nueva modalidad genético-cárstica que podríamos denominar de
borde de diapiro.
Resumiendo podemos considerar que, los canales triásicos valencianos
son fosas tectónicas, cuyo principal fundamento consiste en facilitar los
movimientos .eJe traslación de la masa suprayacente; resolver los esfuerzos
producidos en su arqueamiento, y en general resolver los problemas ocasionados por la falta de elasticidad de los materiales que integran los pisos
situados sobre el Keuper producidos normalmente por esfuerzos que sue len
traducirse siempre y finalmente por un estiramiento de las capas superficiales.
CONCLUSIONES
Se asimilan .los canales triásicos valencianos al concepto de fallas fundamentales y de alineaciones regmagenéticas, pasando revista a los criterios sustentados por diversos autores sobre los mismos.
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J.
00:-IAT
Verificando algunas correcciones estratigráficas y tectónicas se Establece en forma definida la frontera geográt ica y geológica entre las regiones
Ibérica y Prebética, señalándose, tras el estudio del valle de la Drova, las
sierras del Montdúver y de la Rondonera como punto de confluencia de
ambas t ectónicas.
Basados en mot ivaciones tectónicas, se establece, al amparo de alineaeiones regmagenéticas, una zona denominada Central o de Escudo como
subregión de la Ibérica.
Fina lmente, tras establecer la orientación de las cruces regmá t icas
valencianas, se identifican los citados cana les t riásicos como fosas, esta bleciéndose la fu nción de los mismos.
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DONAT. -Los cana les triás icos "alencianos
2
l.-Cerro de La judía. Inicio de las faUas septentrionales de la fosa de VaUdigna.
2.-·Valle triásico de Barcheta.
LAM. l .
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OONAT.-Lns ca n a les biásicos valen c ia n os
.1
2
1. - 1
V!omes de Toro, en Valldigm.
2.- Valle de Valldigna. Salida al mar emre el monte de las Cruces
y
la Sierra Rondonera.
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OONAT.-L:>s can a les triásicos valencia nos
r
Sierra de Aldaia. Laderas meridionales de la fosa de La Drova.
LAM. V.
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LAM. VI.
DONA'f. -L os can ales tl'iásiccs valencian os
•
1
2
l.-- Región meridional del Mond;.ib~r.
2.· -Al fondo de la región meridional del Mondüber zona
duce la imersección de la falll de Jeresa.
d~
Peny.1 NegrO!, dor:d: se p!o-
[page-n-301]
DONA T .-Los can ales u iásicos valencian os
l.- Cerro Negro, ofítico, eu la canal de Navarrés.
2.·- l nstalaciones del Cerro Negro.
LAM. VII.
[page-n-302]
DONAT. -Los can a les triásicos valen cian os
LAM. VIII.
---¡
Dos aspectos de la falla norte de la fosa de Dos Aguas
[page-n-303]